El debate en torno a la prohibición de corridos tumbados y narcocorridos en México volvió a encenderse luego de que se hiciera efectiva la censura contra Junior H. Uno de los artistas más populares del momento, tras la cancelación de su concierto programado para el 20 de junio en Yautepec, Morelos.
El anuncio provocó indignación tanto en el equipo del cantante como en miles de seguidores que ya tenían sus boletos. En un comunicado oficial, se explicó que la decisión fue tomada por el municipio y el gobierno estatal, encabezado por la gobernadora Margarita González Saravia.
A través de sus redes sociales, Junior H expresó su frustración por lo ocurrido. En una historia de Instagram, lamentó no poder presentarse en Cuernavaca y aseguró que, de estar en sus manos, habría hecho todo lo posible para defender el evento.
“Esto está fuera de mi control”, escribió el cantante, agregando que “era bonito ver como los artistas de México estábamos subiendo, pero gracias a nuestro puto gobierno estamos jodidos”.
El mensaje fue contundente y directo, y desató una ola de apoyo por parte de sus fans, quienes consideran injustificada esta censura contra Junior H. Cabe destacar que el propio artista ha insistido en que su estilo musical, conocido como “Sad Boyz”, se aleja del contenido violento o de apología del delito, como se le acusa.
Imagen: Soy Grupero
La empresa promotora del concierto también compartió su postura oficial. En el comunicado se subrayó que Junior H no incluye narcocorridos en su repertorio, y que esta situación representa una violación directa a su derecho a expresarse artísticamente. A pesar de haber aclarado el contenido de su show con las autoridades, estas decidieron mantener la cancelación del evento.
“Si el gobierno del estado considera que esta medida contribuye a resolver sus problemas de inseguridad. No nos queda más que acatar su disposición, aunque discrepemos profundamente”, menciona el documento, que además informó sobre el procedimiento de reembolsos para los asistentes.
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Más allá de la cancelación específica, lo que está en juego es una discusión mucho más amplia sobre la música regional mexicana y la línea que divide la creatividad de la censura. Para muchos, la medida en Morelos no es solo un acto administrativo, sino un caso evidente de censura contra Junior H, que podría sentar un peligroso precedente para otros exponentes del género.
Imagen: Soy Grupero
Al ser cuestionada por medios, la gobernadora Margarita González Saravia declaró que ella no tiene las facultades directas para cancelar conciertos. Sin embargo, dejó en claro su postura personal al afirmar que está en contra de cualquier contenido que haga apología del delito. Esta respuesta, lejos de calmar la situación, avivó el debate entre libertad artística y responsabilidad gubernamental.
La base de fans de Junior H, principalmente conformada por jóvenes de entre 15 y 23 años, ha manifestado su apoyo masivo al cantante. Muchos señalan que el veto responde más a prejuicios generacionales y clasistas que a un análisis real de su propuesta artística. Incluso el propio Junior H desafió públicamente a las autoridades, asegurando que demostrará que no solo hace corridos, sino música con propósito.
La censura contra Junior H se convierte así en un caso emblemático de los retos que enfrenta la nueva ola de artistas mexicanos frente a estructuras políticas que aún no terminan de entender la evolución de la música urbana regional.