En el grupo Duelo no todo fue “miel sobre hojuelas”

No cabe duda que el grupo Duelo es grande donde se presente, con su carisma y música llenan cualquier escenario y ponen el ambiente romántico. Pero llegar tan lejos no se da de la noche a la mañana, y Óscar Iván, líder y vocalista, da cuenta de ello.

¿Cómo diriges a tu grupo para lograr el éxito, porque se necesita saber, no nada más decir “yo soy el jefe”?

Se necesita mucha disciplina, aunque somos muy bromistas, nos gusta mucho reír; pero al momento de estar en un escenario, de hacer música, tenemos mucha disposición. Pienso que se ha hecho un gran equipo, ya que el que menos tiene dentro, lleva seis años, desde que empezamos. Son personas bien disciplinadas, les encanta lo que hacen; tienen el mismo enfoque que un servidor y así muy fácil el trabajo, porque son personas que están dispuestas a poner el tiempo, ganas, empeño y aman al igual que yo la música de Duelo.

¿Has discutido con alguno de tus compañeros?

Discusión no, puntos de diferencia sí, pero a mí no me gusta enojarme. Cuando teníamos el primer Duelo norteño todos éramos partícipes, teníamos votos iguales, era un súper desorden. El primer Duelo fracasó por lo mismo, después yo dije: “¿Sabes qué? Vamos a levantar el proyecto del Duelo. Nada más que hay una condición: quiero ser el director del grupo. Si acaso no se puede con eso, pues definitivamente no hacemos nada”. Los muchachos en ese momento accedieron y así se fue dando; es como se formó lo que vemos ahorita.

En el escenario, ¿cuáles son tus miedos?

Pues ya miedos no tengo, al principio sí era miedo de que no me vaya a caer, no se me vaya a olvidar la canción, no me vayan a aventar una cerveza y me tenga que agachar. Pero bueno, yo me he caído en el escenario, nos han aventado, pero ya como que esos son los miedos más grandes que puedo tener. Al paso del tiempos se acabó el miedo.

Dinos 5 cosas que le recomendarías a quien quiere ser grupero o está formando su grupo…

1. Traer muchas ganas.

2. Estar convencido a emprender no sólo una nueva carrera sino un sueño y una aventura.

3. Obviamente, si tienes talento saber desarrollarlo y siempre seguir estudiando.

4. Tener siempre la disponibilidad de poner a Dios por delante, porque uno hace mil planes y Dios es el que dispone, y las cosas no siempre salen como quieres.

5. Hacer lo que te guste, lo que te llene al momento de hacer música. Complácete tú mismo y de ahí vas a complacer a los demás.