El cantante Chuy Lizárraga, reconocido exponente del regional mexicano, se encuentra en medio de una fuerte controversia. Ello, luego de que un video de su reacción al ver a dos hombres besarse durante un concierto se volviera viral.
La escena ocurrió el pasado 18 de mayo en Oshkosh, Wisconsin, y ha provocado un intenso debate en redes sociales. Este, sobre la inclusión, la diversidad sexual y los límites de la expresión personal en los espacios públicos del espectáculo.
El clip fue difundido por el usuario @PandaElAmor17 en la red social X, antes conocida como Twitter, con un mensaje que dejaba ver su molestia.
“El cantante Chuy Lizárraga se muestra visiblemente asqueado e incómodo al ver dos put** besándose en su concierto”. La publicación no tardó en encender las reacciones de cientos de internautas.
Imagen: Instagram
Las reacciones al video han sido intensas y polarizadas. Por un lado, muchos usuarios criticaron la actitud de Chuy Lizárraga, calificándola como intolerante y homofóbica. Para algunos, fue un gesto que revela la falta de evolución en ciertos sectores del regional mexicano, históricamente asociados con visiones conservadoras.
Sin embargo, las críticas no siempre se mantuvieron en un marco de respeto. Varios internautas recurrieron a comentarios gordofóbicos para descalificar al artista: “Compa Chuy Lizárraga, usted no comente nada y sígale cantando, que para eso le pagaron, panzón”.
“A mí me causa el mismo asco ver a gente gorda como él, pero aquí seguimos, normalizando la obesidad”. Estas respuestas pusieron en evidencia que, aunque se defienda la diversidad sexual. Aún existen formas de discriminación que se perpetúan incluso dentro de discursos que dicen buscar inclusión.
Hasta el momento, Chuy Lizárraga no ha emitido una postura oficial sobre el incidente. La única referencia indirecta al concierto apareció en su cuenta de Instagram. En donde compartió una fotografía del evento describiéndolo como “una noche muy fría, pero con mucho ambiente”.
Originario de Mazatlán, Sinaloa, Chuy Lizárraga ha forjado una carrera sólida dentro del regional mexicano. Su voz y estilo inconfundibles lo han llevado a escenarios importantes y a posicionarse como uno de los intérpretes más reconocidos de la banda sinaloense. Canciones como Partido en dos y Relación clandestina le han dado notoriedad a nivel nacional e internacional.
Antes de lanzarse como solista, formó parte de agrupaciones como Sensación de Coyotitán, Banda Arámburos y La Arrolladora Banda El Limón. En 2006 dio un paso clave en su carrera al presentar su primer álbum con Su Banda Tierra Sinaloense, Como burro sin mecate. Desde entonces, ha sido nominado a diversos premios, incluyendo Premios Lo Nuestro y Los Premios de la Radio, y ha mantenido una agenda activa en ferias, palenques y festivales.
Imagen: Instagram
Este episodio no es un caso aislado, sino parte de una conversación más amplia sobre la inclusión y el respeto dentro del género regional. Artistas como Jhonny Caz, miembro abiertamente gay del Grupo Firme, han levantado la voz para visibilizar la discriminación que aún persiste en la industria musical.
En una entrevista de 2021, Jhonny Caz expresó: “Para quienes dicen que se está abriendo una puerta. Solo espero que se abra completamente, que quede bien abierta y que nunca se vuelva a cerrar para que por ella pueda pasar mucha gente más”. Palabras que hoy resuenan con más fuerza en medio de la controversia que involucra al cantante.
El regional mexicano, aunque profundamente arraigado en la cultura popular. Se enfrenta al reto de evolucionar en un entorno social donde la diversidad y el respeto a las diferencias ya no son opcionales, sino exigencias legítimas de una sociedad plural.
Chuy Lizárraga, el artista más alegre de Banda Sinaloense
El silencio de Chuy Lizárraga ha sido interpretado de diversas maneras. Para algunos, es una forma de minimizar el escándalo y evitar avivar aún más la controversia. Para otros, representa una evasión que lo coloca en una posición ambigua. Incapaz de afrontar los cuestionamientos que exigen una postura clara frente a temas de derechos humanos y diversidad.
Independientemente de su intención, lo cierto es que el caso de Chuy Lizárraga pone sobre la mesa una discusión urgente: ¿es posible separar la obra del artista en un mundo cada vez más consciente de los valores que defiende?. Y, sobre todo, ¿puede un género tan influyente como el regional mexicano transformarse para abrazar la inclusión sin perder su identidad?
Mientras las redes siguen ardiendo y los fans toman posiciones. la polémica deja claro que el camino hacia una industria musical verdaderamente incluyente aún está lejos de completarse.