Germaine Valentina vivió un amor prohibido

Desde pequeña mostró su amor por México y su música, pese a nacer y crecer en Venezuela. Pero su amor por la tierra azteca es tanto que rompe esquemas, muestra autenticidad y aprovecha un corazón roto para interpretar con más corazón. Germaine Valentina nos cuenta sobre ese gran amor prohibido que la inspira a cantar con pasión y con el cual tiene una historia que parece sacada de una película de romance. Sólo que esta no tiene el final que le hubiera gustado a sus protagonistas. 

RM: ¿Te ha pasado que de repente te rompen el corazoncito y si es como de híjole esta canción me pega? ¿Has estado enamorada?

G: Sí, perdidamente.

RM: Y suena a que fue un amor doloroso. Es que a todos nos ha pasado realmente quién no se ha enamorado. Quién no ha sufrido, no puede cantar con el mismo sentimiento, no puede interpretar con el sentimiento.

G: Contarte la historia del novio. Quiero decirte que antes de qué yo me enamorara, o sea hay videos míos de cuando yo tenía 11 años y escuchaba canciones de despecho mexicano, y yo lloraba y yo me despechaba sin razón y motivo. Mi mamá decía: “Parece que esta niña, ya pasó por tres divorcios”. Porque me gustaba despecharme sin motivo con la música, ya después me enamoré.

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Germaine Valentina conoció el amor prohibido a los 16

RM: Pero seguro tu mamá cuando se enojaba con tu papá, las ponía a todo volumen. Entonces era por eso.

G: Jenni Rivera ponía yo me acuerdo. Bueno mi primer amor, digamos que en cuestión cuando yo tenía 16 años, fue un amor que duró mucho tiempo, lo amé muchísimo, no fue malo conmigo, porque no es que me rompió el corazón, porque él fue malo conmigo. Él creo que uno nunca sabe qué piensa la otra persona, pero yo creo que él me amó tanto como yo yo lo amé. Pero por circunstancias de la vida éramos técnicamente como un amor prohibido.

RM: Por las edades

G: No, era nada más 4 años mayor que yo, tres años mayor que yo. Culturalmente, se podría decir.

RM: Él era hacendado, y ella era hija de la patrona.

G: No, no era una persona que estaba al otro lado del mundo con una cultura totalmente distinta.

RM: Asiática y de ahí le empezó a gustar.

G: Sabes, las cuestiones de religión y culturas tienen ciertos reglamentos. Y bueno nos amamos muchísimo Y somos muy buenos amigos.

RM: ¿No hubo engaños, no hubo mentiras o toxicidad?

G: No 

RM:  Simplemente por cuestiones de la vida tuvieron que tomar caminos diferentes. 

G:  Sí hubo un sufrimiento de: “No va a poder ser, porque mi camino es este y tu camino es este. Y somos de dos mundos muy distintos”. 

RM: ¿Y qué pasó ahí? ¿Qué pasó cuando se dicen adiós?

G: ¡Ay no! Hubo muchas lágrimas, hubo mucho sufrimiento.

Tenían que sacrificar sus años por seguir al amor 

RM: Suena a que todavía nos duele un poquito por ahí, ¿no? ¿Cómo fue esa plática? ¿Cómo fue tomar esa decisión amándose y teniendo qué decir adiós?

G: Pues es que digamos que para estar juntos ambos teníamos que sacrificar muchas cosas. Él tenía que sacrificar quizás su futuro con su familia y su cultura y su país. Y yo tenía que sacrificar quizás la música y todo; la forma en que me visto, lo que yo quiero lograr en mi vida para estar juntos. Ambos teníamos que sacrificar ese futuro y pues de hecho yo tomé la decisión de decir: !No quiero que dejes tu cultura, no quiero que dejes a tu familia y tampoco quiero dejar mi música, ni quiero dejar mis sueños”. 

Fue un amor de videojuegos

RM: ¿Él vivía en Venezuela?

G: No, nos conocimos a distancia, porque me gustan mucho los videojuegos. Entonces hay un juego que se llama League of Legends no sé si lo conoces. Mis historias son muy locas van a decir que el guionista de mi vida está loco. A los 10 años me enamoré de Justin Bieber, tenía un crush con Justin Bieber. Entonces por Justin Bieber aprendí a hablar inglés. Dije: “Porque algún día voy a cantar con él y él no habla español, entonces yo tengo que hablar en inglés”. Y aprendí a hablar inglés, como me gustan mucho los videojuegos y en esos videojuegos, a la vez que juegas también chateas o también hablas por discord, yo ponía la ubicación de mi juego en Europa del Norte, para practicar mi inglés. Entonces da la casualidad que él también estaba en ese servidor Y empezamos a jugar mucho hasta con mis hermanos jugábamos y con sus primos hicimos un equipo ahí de jugar League of Legends y en esa época. 

El romance de Germaine Valentina fue un amor prohibido de película

RM: ¿En dónde?

G: En un país, en el continente asiático.

RM: Estamos amarrando todo, ahí fuiste.

G: Sí, fui con mi mamá. Conocí a sus primos con los que jugué. Tenía ya tiempo jugando, conocía a su mamá. 

RM: ¿Cómo te recibieron?

G: Fue muy extraño. Toda la familia de él estaba sorprendida, porque era algo que nunca había pasado. Pero creo que me atrevo a decir que me amaron inmediatamente. A mí, a mi mamá, su mamá apenas me conoció. Él estaba super nervioso. Porque te digo culturalmente, son muy distintas. 

RM: Y hablaba inglés la mamá 

G: Sí, claro. Sí. Son personas que hablan seis idiomas. Él tenía mucho miedo cuando yo iba a conocer a la mamá, porque él nunca había llevado a alguien y las culturas diferentes. Pero le canté a su mamá. Y bueno, la señora me amó, amó a mi mamá, me agarró mi bolsa y me metió muchos chocolates. Fue una experiencia hermosa. 

RM: ¿Cuánto tiempo estuvieron allá? 

G: Como un mes.

RM:Y digamos que viviste lo que fue tu primer amor, ¿no?

G: Sí.

La misma familia secuestró al novio, para alejarlos

RM: Regresas y la relación con continua

G: Continúa y vuelvo a ir también al año siguiente. Pero esa vez, si ya hubo un poquito más de problemas, porque la mamá me amaba. Pero digamos otra parte de la familia paterna que ya tenía planes culturales y profesionales para él, no estaban de acuerdo con la relación, por mi cultura y mi religión y se lo llevaron, se lo llevaron en secuestro técnicamente. 

RM: O sea, fuiste ¿Y estando contigo?

G: Nos separaron.

RM: Los separaron estando tú allá. 

G: Sí, le dijeron así, por ejemplo: “Ven que tenemos una reunión”. Algo así y se lo llevaron a otra ciudad y sufrimos mucho los dos.

RM: Wow

G: Sí. Había muchas, muchas dificultades, tenemos muchas cosas que se oponían a nuestra relación. Y al final estar juntos iba a significar renunciar a mi carrera y renunciar a su familia técnicamente.Y entonces, creo que al final fue la mejor decisión. 

Quedaron como amigos

RM: ¿Fueron las únicas dos veces que se vieron en persona? Dime que él se fugó y te fue a buscar a Venezuela, se fue a escondidas caray.

G: ¡Ay, no! Nos vimos una, una tercera vez, pero ya no como novios, ya solo amigos, 

RM: ¿Pero volviste a ir una tercera vez?

G: No, ya nos encontramos en otro lado.

RM: Me imagino que en esa tercera vez fue la despedida. ¿Qué pasa en tu vida? Yo creo que estuviste deprimida. ¿Qué sucedió?

G: Creo que esa vez que te conté que nos separaron, fue lo que más me dolió a mí en la vida en cuestión amorosa y a él también. Entonces, después de eso, ya después de que yo pasé la etapa del sufrimiento y todo eso, tomé una decisión internamente y lo acepté. Entonces, ya la tercera vez que nos vimos, yo tenía internamente, ya sabía que pues no iba a ser. No sufrí tanto, pero sí, fue un reencuentro muy hermoso como amigos. Ese sí ya fue como amigos y nostálgico sí, pero no sufrí tanto como cuando nos separaron. 

Además de su amor prohibido, Germaine Valentina nos habló de las comparaciones que hacen entre ella y Ángela Aguilar. Sobre cómo enfrenta los retos de su carrera artística y todo lo que falta por hacer, lee la entrevista completa en nuestra revista descargable.

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