Todo comenzó cuando una fan levantó una cartulina pidiendo que el grupo interpretara la canción.
Una denuncia fue presentada ante la Procuraduría General de Justicia del Estado de Baja California Sur por la interpretación de Grupo Firme en un concierto donde supuestamente interpretaron un narcocorrido.
El caso reaviva el debate sobre la apología del delito en espectáculos masivos. Además, no es la primera vez que la banda incursiona en estas polémicas a causa de la misma canción.
Durante un concierto celebrado el pasado 22 de noviembre en el estadio Arturo C. Nahl de La Paz, Grupo Firme interpretó la canción “Se fue la Pantera”, identificada como un narcocorrido.
Todo comenzó cuando una fan mostró una cartulina rosa con el mensaje “Aquí traigo pa´la pantera”. Ante esto, Eduin Caz, vocalista de la banda, comentó “Ya ni modo, si nos apagan el concierto, a chin*** a su madre”.
Ante eso, la alcaldesa Milena Quiroga Romero confirmó que la Procuraduría ya abrió una carpeta de investigación (folio LPZ/9161/2025) por el presunto delito de apología del crimen.
Cabe resaltar que, aunque en Baja California Sur no existe una ley que prohíba explícitamente los narcocorridos, la legislación local contempla sanciones para conductas que inciten delitos.
La presidenta municipal también adelantó que se buscará reforzar la regulación sobre las presentaciones de este tipo de música, especialmente en eventos públicos.
El ayuntamiento aclaró que no fue quien presentó la denuncia contra Grupo Firme, sino que la Procuraduría actuó de manera independiente.
Aunque Grupo Firme enfrenta esta denuncia, su situación legal es compleja. El estado carece de una prohibición directa sobre los narcocorridos, por lo que la investigación se centra en determinar si su interpretación equivale a apología del delito.
Natanael no pagará multa por interpretar este corrido.
Si se les llegara a sancionar bajo esos cargos, podrían enfrentarse a multas de varios cientos de miles de pesos.
Por su parte, autoridades municipales han señalado que su intención no es censurar la música, sino evitar que mensajes que glorifiquen la violencia se “normalicen” en eventos masivos, especialmente donde hay jóvenes y niños.