Influencer se quita la tanga en el super y la pone con el pan
Tunden en las redes sociales a una influencer por dejar su tanga usada en una charola de pan de un supermercado; no es la primera vez que lo hace.
Una joven influencer de nombre Chloe López se ganó el rechazo de los usuarios, después de que se quitó la tanga y la puso en la charola del pan en un supermercado. Las imágenes le están dando la vuelta al mundo y están cuestionando hasta donde llegan algunos creadores de contenido para generar un like y ganar seguidores.
El momento fue grabado por uno de sus acompañantes y ella lo compartió en las redes sociales, lo que generó gran controversia. Al ver el impacto que alcanzó, la tiktoker eliminó la publicación. Pero el video ya se estaba volviendo viral.
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Funan a la influencer Chloe López, por dejar su tanga en el pan
En el video se puede observar que la joven está en el departamento de panadería de un centro comercial. Se acerca a los estantes, se agacha para quitarse la tanga y la coloca en una de las charolas del pan. Todo ante la mirada de incredulidad de una clienta del lugar.
La influencer toma su carrito y se aleja hacia otro pasillo. Por lo cual las redes sociales no la perdonan y le mandan palabras contundentes.
“Por su insta se dedica a lo que se dedica. Y por lo visto las tetas de plástico no venden y intenta llamar la atención“; “Es una asquerosa que debe ser castigada por poner en riesgo la salud pública. Que caiga el asteroide ya mismo”; “¿Por qué se le llama ‘influencer’? ¿La pobre no tiene otra forma de alcanzar notoriedad que con este numerito anti salubre? Cuando no se tiene cerebro…se utilizan las bragas“, son algunos de los comentarios que se pueden leer.
¿Quién es Chloe López?
Chloe López es una creadora de contenido para la plataforma azul, quien se autodenomina “Tu británica favorita”. Por lo que en sus cuentas de redes sociales se dedica a promover las suscripciones a su página de contenido para adultos.
Así que no es la primera vez que se quita la ropa interior en un lugar público. Ya ha dejado su tanga en los congeladores de la carne en el supermercado, en una máquina con botanas, en la despachadora de una gasolinera, en una floristería y hasta debajo de la almohada de un colchón en una tienda.