Las Poquianchis fueron, sin lugar a duda, las asesinas seriales mexicanas más prolíficas en la historia, con más de 90 victimas en su conteo; por lo que no es raro que tras el estreno de Las Muertas en Netflix, la serie que ficcioniza la vida de estas criminales, su nombre esté en boga.
Por eso, hoy te presentamos algunas fotografías de las hermanas González Valenzuela, apellidos reales de las Poquianchis que, en la serie de Netflix, son nombradas como las hermanas Baladro.
Netflix ha retratado a estos personajes a través de la piel de Arcelia Ramírez como Arcángela Baladro, Paulina Gaitán como Serafina Baladro y Mauricio Isaac como “La Calavera”.
Ellas dan vida a dos de las hermanas González Valenzuela y a una de sus principales aliadas.
En la vida real, las Poquianchis estuvieron conformadas por Delfina, María del Carmen, María Luisa y María de Jesús; mientras que Esther Muñoz, alías “la Picochulo”, fue su principal aliada en cuanto a infligir torturas y castigo se trataba.
Se les acusa de haber conformado una red prostíbulos a lo largo de Guanajuato, donde mantuvieron secuestradas a decenas de mujeres, quienes perdieron la vida a causa de los mal tratos a los que era sometidas.
Las principales historias que se saben en torno a estas criminales se difundieron por el diario amarillista Alarma!
Desgraciadamente, la revista exageró el caso a niveles casi absurdos. Por esta razón, hoy en día, es difícil saber qué tanto de lo que se sabe de las Poquianchis es verdad y qué tanto mentira.
Además, Las Muertas de Netflix está basada en el libro homónimo escrito por Jorge Ibargüengoitia; que, a su vez, se basó en los reportajes del Alarma! para escribir la novela.
Y aunque los materiales reales que expongan a las verdaderas Poquianchis como fotografías o declaraciones son escasas, te presentamos algunas de ellas para que puedas ponerle rostro a las villanas.
En la serie también aparecen otros cómplices de las hermanas Baladro, como lo es el Capitán Bedolla, Simón Corona, o Ticho, el más fiel coime.
Todos ellos fueron ficcionados (excepto Bedolla). Pero en la vida real, las Poquinchis realmente contaron con el apoyo de autoridades y demás para llevar a cabo sus planes durante prácticamente 20 años de impunidad, corrupción y dolor.
