Relacionado con al menos 60 casos de abusos sexuales a menores de edad, el nombre de Marcel Maciel no termina de dar de qué hablar, sobre todo, con el reciente estreno de la serie de HBO Max El lobo de Dios, donde profundizan en sus crímenes y encubrimientos. Por ello, resulta casi irónico que, al ser un depredador sexual, también uno de sus familiares fue canonizado como un santo. Nos referimos a Rafael Guízar y Valencia.
Si quieres saber más de su historia y cuáles son los lazos que unen a estos personajes, acompáñanos a descubrirlo.
Foto: Soy Grupero
Nacido el 10 de marzo de 1920 en Cotija de la Paz, Michoacán, Marcial Maciel Degollado fue hijo de Francisco Maciel y Maura Degollado Guízar. Es la familia de esta última la que contaba con una vocación religiosa, por la cual, el joven Maciel también se interesó desde temprana edad.
El abuso físico estuvo presente en la vida de Maciel desde temprana edad. Según el sociólogo Fernando M. González, dos de sus 10 hermanos mayores lo castigaban a golpes e insultos debido a que no realizaba adecuadamente las tareas que le eran encomendadas en el rancho.
Sin embargo, otras versiones indican que el maltrato por parte de sus hermanos Francisco y Alfonso se intensificó cuando supieron que, presuntamente, el pequeño Maciel fue abusado sexualmente por un par de arrieros cuando sólo contaba con 10 años de edad, lo que ellos habrían tomado como un acto homosexual por parte de Marcel.
La relación entre Marcel Maciel y la Iglesia surgió desde antes de su nacimiento, pues sus familiares formaban parte de agrupaciones que estaban en contra de las políticas de Plutarco Elías Calles respectivas a limitar la influencia del clero en la vida pública.
Por ello, cuando en 1926 estalló la Guerra Cristera, no fue raro que estos familiares formaran parte de ellas, sobre todo, los que venían de su linaje materno, como su tío, Jesús Degollado, quien fue general de División en el Ejército Libertador Cristero y miembro de la Liga Nacional para la Defensa Religiosa.
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Todo esto propició que “El lobo de Dios” mostrará interés por formar parte del clero desde temprana edad. Se dice que Maciel quería formar su propia institución desde que este apenas tenía 16 años, sueño que, tras haber formado parte de distintas diócesis entre México y Estados Unidos, finalmente vio realizado el 3 de enero de 1941, cuando los Legionarios de Cristo nacieron de manera oficial.
Todo esto quizá no habría sido posible sin la figura y presencia de Rafael Guízar y Valencia, tío abuelo de Marcel.
Rafael Guízar y Valencia fue el primer obispo latinoamericano en ser canonizado por la Iglesia Católica.
Fungió como obispo de Veracruz, aunque sus conflictos con el Gobierno lo llevaron a ser desterrado en mayo de 1927. Tras esto, emprendió una serie de misiones por EE. UU. y Colombia.
Cuando finalmente regresó a México, de nueva cuenta como obispo en Veracruz, fue el principal impulsor y apoyo para que Marcial Maciel se convirtiera en sacerdote.
Rafael Guízar y Valencia es considerado el patrono de los obispos de México. Hoy en día, sus restos son considerados como reliquias de primer grado al haber formado parte de su cuerpo. Propiamente, se conserva su corazón.
Debido a sus acciones de caridad, sus misiones de evangelización, la persecución religiosa en su contra pero, sobre todo, por el supuesto milagro que realizó al haber curado el labio leporino y paladar hendido de un feto durante el embarazo de la madre, lo llevaron a ser tomado como un santo.
Fue beatificado el 29 de enero de 1995 por Juan Pablo II; el 15 de octubre de 2006 se llevó a cabo su canonización por el papa Benedicto XVI tras la confirmación del milagro.
