Si bien la serie de “Chespirito: Sin querer queriendo” está reviviendo varios momentos de la vida de Roberto Gómez Bolaños, también está reviviendo varias personas importantes de su pasado, como lo es su primera esposa, Graciela Fernández.
Y es que si bien muchos saben que el comediante le fue infiel a su primera esposa con la que terminaría siendo el amor de su vida, Florinda Meza, en su libro “Sin querer queriendo” narra que no fue la única vez que ocurrió.
La relación entre Chespirito y la madre de sus hijos comenzó a deteriorarse hasta un punto sin retorno y en el que decidió comenzar a divertirse. Así lo plasmó en su libro autobiográfico.
Graciela Fernández: Así fue el final de la primera esposa de Chespirito
Roberto Gómez Bolaños a través de su libro “Sin querer queriendo” confesó que la relación con Graciela Fernández se deterioró tanto que cometieron varios errores, sin embargo él aseguró que tenía mayor cantidad de culpa.
Y es que en su libro menciona que, si bien ella lo dejó de apoyar y tenía falta de interés por su persona y la relación, él “se extendió hasta el campo de la infidelidad”.
“Durante las giras éramos frecuentemente asediados por damas que no se conformaban con el recuerdo que representaba el autógrafo, sino que solicitaban un testimonio más íntimo”, confesó Chespirito.
El comediante también mencionó expresamente que esto, en suma de su reciente vasectomía y el control de las ETS, “ponían en bandeja de plata las experiencias fuera de casa”.
Roberto Gómez Bolaños “Chespirito” y su esposa
Graciela Fernández. pic.twitter.com/Fb6n9yink3— Armando (@Asana416) April 22, 2018
“¿Por qué no me besas a mi?”, así nació el amor entre Chespirito y Florinda Meza en la vida real
En esta misma parte de su libro, Chespirito cuenta que, al mismo tiempo que el desinterés y el hartazgo sucedía en su relación, algo más los estaba alejando, pues se convirtieron en personas diferentes a través del tiempo.
Florinda Meza también sale a relucir aquí, pues luego de este momento de su vida fue cuando lo flechó, ya que compartían ahora más cosas que las que compartió en un momento con Graciela Fernández.
“Así como yo me aburría en los círculos que frecuentaba Graciela, ella rechazaba los que conformaban mi mundo (…) Al mismo tiempo la esencia de Florinda me iba inundando cada vez más”, escribió el también escritor.
Sin embargo, cuenta que no quería iniciar algo con Meza, pues era su jefe y consideraba que había “una barrera ética” que no lo dejaba tener cualquier insinuación, misma que la historia nos enseñaría que rompió para estar con el que fue el gran amor de su vida.
