Seguramente haz escuchado el puesto de programadores de radio, puesto importante y ejecutivo que llegan a tener ciertas personas como figuras principales de una estación de radio, un rol que se ha venido encumbrando por el poder que obtiene por la toma de desiciones alrededor de personalidades del medio artístico que quieren colocar un éxito en el gusto del público.
Estos personajes en ocasiones se han vuelto míticos y con muchas leyendas urbanas; hoy trataré de definir del puesto que se suponen deben de ser, y lo que en verdad muchos se convierten.
Normalmente su trayectoria viene de tener un espacio de locución en la estación, llegan a desarrollarse a tal grado dentro de las entrañas de la radio y gusto del público que los ejecutivos le dan el poder de definir que música tiene el valor de ser rolada en su programación, de ahí el acercamiento con las figuras del espectáculo trasciende hasta surgir en el compadrazgo, preferencias, amistades, y en muchas ocasiones poca objetividad, y otras se vuelven semidioses de la música, debido a que en ellos está hacer que un tema se rote con tal frecuencia que termine en el gusto popular.
En resumidas cuentas, este es el proceso; ustedes se preguntarán por qué dedico este espacio a dichos personajes, pues por el simple hecho de que estoy sorprendido de la poca humildad que manejan varios y el sentir que tienen el oído perfecto para la toma de sus desiciones. Creo muy sinceramente que el éxito de un tema lleva varios ingredientes: letra, arreglo, interpretación, e infraestructura, con la que se cuenta para promocionarlo, y el más importante que el público la adopte.