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¿Quién fue Flora Barragán de Garza? La víctima olvidada de Marcial Maciel

Por: Israel Yerena 08 Sep 2025

Quién fue Flora Barragán de Garza es una pregunta que nos transporta a Monterrey, años 50, y a un vínculo forjado por la manipulación y la traición de Marcial Maciel.

Te contamos quién fue esta mujer y su importancia para los Legionarios de Cristo. Entérate cómo es que terminó por ser usada y olvidada por el “Lobo de Dios”

¿Quién fue Flora Barragán de Garza y cuál fue su rol en los Legionarios de Cristo?

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Viuda a los 41 años tras la muerte de su esposo Roberto N. Garza, heredó una gran fortuna que se calcula en 50 millones de dólares, sumas que pronto canalizaría hacia una ambiciosa obra religiosa: la construcción del Instituto Cumbres y la expansión de los Legionarios de Cristo.

Claro, todo esto tejido y manipulado maquiavélicamente por Maciel, quien fue recibido por Flora en su hogar y, más pronto que temprano, introducido a su círculo social de la clase alta.

De esta manera, el pederasta tuvo un fácil y rápido acceso a una amplia gama de contactos e ingresos económicos prácticamente ilimitados.

Foto: HBO MAX. Marcial Maciel manipuló a diversas viudas adineradas. incluída Flo Barragán de Garza

La benefectora clave

Flora Barragán de Garza en este contexto fue más que una benefactora: fue pieza clave en el ascenso de la Legión de Cristo.

Su respaldo permitió fundar colegios como el Instituto Cumbres (1954). Durante casi dos décadas, su fortuna sirvió para sostener el sueño de Maciel.

Norma Hilda Rivas, la hija de Marcial Maciel que vive en la opulencia.

Su propia hija recuerda cómo Maciel “la sedujo” y “nos quería arruinar”, señalando que Doña Flora entregó todo ante la fe ciega que tenía por su guía espiritual. Así, una fe bienintencionada se transformó en pérdida y traición.

Flora fue tan sólo una de las tantas viudas a las que el “Lobo de Dios” sedujo (se cree que tanto espiritual como físicamente) y de las que se aprovechó para exprimirles hasta el útimo centavo.

El desgaste patrimonial y el olvido final

La relación entre Flora Barragán de Garza y Marcial Maciel terminó con un vacío doloroso. Su hija rememora que, una vez consumado el patrimonio, Maciel simplemente “cerró la puerta”, olvidándose por completo de su madre aún antes de los escándalos sexuales de los que se le acusó al cura (y que nunca fue juzgado por ellos).

Este deterioro patrimonial fue más que financiero: fue el símbolo de una confianza abusada, donde una figura espiritual se transformó en verdugo y manipulador.

La fortuna hundida, la fe traicionada y el legado personal destruido son el saldo trágico de una historia que enseñó, tarde, el costo de la devoción ciega.

De hecho, se sabe que cuando se revelaron los abusos de Maciel, Flora Barragán terminó por desprenderse de sus raíces más profundas: su religión.

Destrozada emocional y espiritualmente, la mujer cortó todo lazo con el sacerdote y lo que tuviera que ver con él. De esta manera, terminó por abandonar el catolicismo y tomó al budismo como su nuevo refugio.  

La historia de Barragán de Garza es el ejemplo de cómo una persona puede convertirse en parte de una malévola maquinación sin sospechar que pertenece a la misma. Un ejemplo de una mujer que, a pesar de haber estado entre las fauces del lobo, hoy es una de las víctimas olvidadas.

Israel Yerena Redactor web Redactor y periodista de investigación.

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