¿Vives en una relación con violencia? Descubre como saberlo
Será necesario identificar y aceptar la situación que estás viviendo, después deberás amarte mucho y de ser posible asistir a terapia
El maltrato emocional deja heridas muy profundas pero esas, también sanan.
Por Montserrat Rivera Sena
Este video te puede interesarLa violencia es tan “normal” en nuestro día a día, que ya casi no nos damos cuenta cuando alguien nos está maltratando, humillando o denigrando. Ya no sentimos que haya falta de respeto ante ciertas situaciones que disfrazamos de “bromas”, o las justificamos con un “es que él es así”, “tiene carácter fuerte” o “se porta así porque tuvo una infancia triste”.
Si vives en una relación con violencia y aún no te has dado cuenta, los siguientes puntos que toca Marina Castañeda en su libro El machismo invisible regresa, te acompañarán en el descubrimiento:
- Cuando platicas con tu pareja y necesitas hacer un resumen para que no te interrumpa o se aburra. O te das cuenta de que parece que escucha pero no pone atención ni te mira o se pone a hacer otra cosa mientras hablas.
- Si tienen alguna discusión te deja de hablar por horas, días o semanas.
- Cuando necesitas exponer algún tema complicado sientes que tienes que buscar el mejor momento o debes suavizar tu tono de voz para que tu pareja no se enoje.
- Si critica tu ropa, peinado, maquillaje, tu cuerpo, tu peso, tus actividades, lo que haces, dices o piensas.
- Cuando constantemente te llama o manda mensajes para preguntar dónde y con quién estas y qué estás haciendo. O si te prohíbe hablar o salir con alguien y busca la manera de que te alejes de familiares y amistades.
- Si constantemente te responsabiliza de que “algo” salió mal en lo cotidiano o en la relación.
- Cuando oculta información sobre el dinero, o pide que justifiques tus compras, o no acepta compartir los gastos que hacen juntos.
- Si te encargas de la mayoría de las labores del hogar y de la crianza.
- Si pide que le des acceso a tus cuentas de correo, redes sociales y teléfono, pero se niega a darte las suyas.
- Cuando no quiere usar condón y prefiere que tomes pastillas del día siguiente como si fueran postres.
- Si te jalonea, empuja, golpea, inmoviliza o te encierra en contra de tu voluntad.
Estos son solo algunos de los focos rojos a tomar en cuenta. Será necesario identificar y aceptar la situación que estás viviendo, después deberás amarte mucho y de ser posible asistir a terapia para tomar las mejores decisiones para ti. Mereces lo mejor, no te conformes con las migajas que alguien puede dar.
Bienvenida la vida, bienvenida la libertad. Feliz nuevo comienzo.