“Como muerto en vida”- Este puede ser el paso previo a sufrir depresión

“Aunque tengo familia, no hay un solo motivo para sentirme vivo. Nada me emociona, nada me entusiasma”.

Por Montserrat Rivera Sena

“No tengo sueños, ni proyectos ni ilusiones. Me da lo mismo si es de día o de noche, bueno, prefiero la noche porque será hora de dormir y no estoy pensando sobre lo absurdos e inútiles que son mis días. Me siento como muerto en vida”.

Yo también lo he vivido así, tal cual lo describe Alberto, ¿a ti te ha pasado?

“Es terrible despertar cada mañana y no tener un propósito ni ganas de ser o de estar. Un paseo me da lo mismo que sentarme a ver televisión, el trabajo no importa, la familia y las amistades no  me entusiasman, todo es muy gris.”

Este puede ser el paso previo a sufrir depresión y si notas que pasas varias semanas o ya tienes meses en este estado, será necesario consultar a un especialista de la salud mental lo antes posible.

Pero también puede ser un estado en el que caemos en determinadas épocas del año, o cuando algo no salió como deseábamos, tenemos alguna pérdida, o hemos recibido algunos “no” de la vida.

Volver a la vida.

Querido Alberto, te comparto un poco de lo que me funciona cuando me siento muerta en vida y me cuida de no recaer en una depresión y más sufrimiento:

1. Darme un momento para sentarme a solas a respirar conscientemente varios minutos y tener una charla conmigo.

2. Recordarme que cuando digo “quisiera morirme” o “me da lo mismo estar viva que muerta”, es solo una mala broma de mi parte. Tener presente que en serio, en serio, cada día que pasa tengo un día menos de vida. Que mi recorrido por ese mundo se va terminando y es algo totalmente natural e inevitable.

3. Recordarme que la vida no tiene que ser como yo quiero que sea, que las personas no deben sentir, pensar ni actuar como yo creo que es correcto. Que la vida es como es y a mí me corresponde hacer lo mejor que puedo y ocurrirá lo que tenga que ocurrir.

4. Aunque quizá por ahora la vida me haya dado un “no” o “me haya quitado” a alguien o algo importante para mí, hay muchos “si” que la vida me está dando y es momento de honrarlos, valorarlos y agradecerlos. A ti, ¿Cuántos “si” te está dando la vida?

5. Darme cuenta de que si me aferro a que la vida sea como yo quiero que sea, solo me causará más sufrimiento. Hay que aceptar lo que sea que es.

6. Tener presente está simple fórmula matemática: cantidad de dolor X cantidad de resistencia = sufrimiento.

7. Hago una lista de las actividades y conductas más nutritivas que suelo tener, esas que me expanden el corazón, por ejemplo: reír con mis amigas, hacer un paseo cerca o lejos en soledad, comer pizza, practicar yoga, etc. Así cada quien puede hacer un listado largo.

8. Hago otra lista de mis mejores recuerdos, por ejemplo: mi viaje a Chiapas, el paseo que di con mis amigas, mi fiesta de 30 años, etc. Y recordar a detalle como si estuvieras viviéndolo de nuevo. Sentirás que respiras mejor y recordarás que la vida es bella a pesar de todo y todos.

9. Hago una lista más. La de las situaciones, actividades o conductas que me hacen sentir que el corazón y todo el cuerpo se contraen, o me provocan angustia, miedo, enojo, estrés. Y hago TODO lo posible por alejarme de ellas. Por ejemplo: pensar obsesivamente en problemas, estar cerca de personas violentas, quejarme todo el día, etc.

10. Sigo respirando conscientemente, me abrazo y me recuerdo que yo misma estoy aquí para acompañarme siempre, que no me voy a soltar por fea que se ponga la vida y que me amo.

Hacer esta práctica requiere de valentía, decisión, paciencia, dedicación y amor a nosotros y nosotras mismas. Gracias por tu confianza Alberto.

Bienvenida la vida, bienvenida la libertad. Feliz nuevo comienzo.

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