Cuando NO me amo, NO me cuido. ¿Cómo darme cuenta?

Eso del amor propio no surge de la noche a la mañana por leer frases motivadoras o por escuchar audiolibros de superación personal. Amarnos y cuidarnos viene de lo más profundo de nuestra historia.

Por Montserrat Rivera Sena.

No es suficiente con tener claras las maneras en las que podemos amarnos. También es necesario que identifiquemos nuestras conductas y actitudes cuando estamos en esos días o etapas de desamor a nosotros y nosotras mismas.

Hay días, muchos, en los que no nos sale amarnos. Algunos porque no conocemos otra manera de vivir, pues aprendimos a maltratarnos, culparnos, ignorarnos, a dejarnos para luego, y se nos hizo costumbre.

Otros días, porque las circunstancias nos rebasan, porque no sabemos cómo enfrentar situaciones o porque las hormonas nos traicionan.

Lo importante es darnos cuenta de lo que está sucediendo para poder hacer un alto y retomar el camino al amor propio.

Me doy cuenta que NO me estoy amando cuando…

• Me quedo en relaciones que provocan más malos ratos que días de Y tengo la idea de que en las relaciones humanas hay que soportar o aguantar.
• Deja de importarme cómo me traten. Me es suficiente con tener mensajes y llamadas en mi teléfono para no sentir que estoy sola.
• Justifico que otras personas me traten mal, ya sea con sus conductas o sus palabras. No quiero que me dejen y no importa lo que me hagan o me digan.
• Me expongo a humillaciones, las justifico y me engaño haciéndome creer que hay algo bueno detrás o que vale la pena aguantar porque vendrá una
• No logro terminar las relaciones que me hacen daño. Me quedo hasta más no poder y espero a que algo suceda o a que las personas me dejen.
• No acepto cuando una relación terminó y me aferro a ella.
• Creo que si alguien se aleja de mí es porque no valgo la pena y no merezco su amor. Pienso que “seguramente” algo hice mal, dije algo mal, hice que él o ella se molestara.
• Espero pacientemente a que las promesas de otras personas sean cumplidas.
• Invierto mi vida en personas inseguras, frustradas, celosas, rencorosas, envidiosas, mentirosas.
• Me permito ser el bote de basura de quienes se victimizan y buscan a quien platicarle solo de penas y amarguras.

• Mi autoestima y valía dependen de lo que otras personas piensen o digan de mí.
• Busco satisfacer los deseos de otros y otras, pasando por encima de los míos.
• Pongo mi mirada y mi energía en quienes no me valoran y no me respetan.
• No soy suficiente para mí y busco a costa de lo que sea, ser suficiente para otra persona. Así que busco mil maneras de agradar.
• Ruego por atención, que me entiendan y me acompañen.
• Me quedo cerca de personas que me usan y se aprovechan de mí, de mi dinero, de mis cosas, de mi círculo social.
• Siento miedo de vivir sin una persona o sin un trabajo.
• Adopto los pensamientos y sentimientos de otras personas.
• Dejo de decir lo que siento y pienso porque no lo considero importante.
• Le creo a quien me diga “tonta”, “vieja”, “fea”, “fodonga”.
• Me siento la salvadora de todo mundo y quiero solucionarles sus problemas.
• Me escondo y me aíslo para que nadie se dé cuenta de todos los defectos que creo tener.
• Maximizo mis errores, me castigo, me juzgo y me pendejeo. Me crítico con crueldad.
• Dejo de ver mis motivos para agradecer.
• Me quedo en la posición de víctima.

 Cuando nos damos cuenta de todo lo que hacemos cuando NO nos amamos, es momento de abrazarnos con compasión y entender que tenemos una historia y mucha influencia social que nos llevan al desamor propio. No es que nos guste la mala vida, simplemente somos seres humanos con muchas experiencias diarias. Te invito a hacer tus propias listas para saber cuándo SI te estas amando y cuando NO te estas amando.

Bienvenida la vida, bienvenida la libertad. Feliz nuevo comienzo.

Si quieres platicar sobre este y otros temas, escríbeme a mensajemontse@gmail.com o búscame en IG como montseriv https://instagram.com/montseriv?r=nametag