“Era muy cabroncito”: Lectora de Soy Grupero alza la voz contra Coco Levy
“Coco Levy era muy cabroncito, insistente”: Lectora de Soy Grupero revela los incómodos momentos que vivió junto al productor, quien la besaba a la fuerza.
“Coco Levy era muy cabroncito, insistente, mis amigas me decían: “este está loco, mira como te ve, mira lo que hace”. Cosas que hoy recuerdo y que no eran normales, pero que yo en ese momento veía normales, lo veía con poder, con un nivel superior, una casona y su madre Talina.”, lectora de Soy Grupero se animó a contarnos su historia junto al productor, quien se acercaba a ella, la tocaba y besaba, por lo que le causaba gran temor.
Por Montserrat Rivera Sena
“Tenía entre 19 y 21 años, hoy tengo 51. Una amiga conocía a la familia de Coco, íbamos a fiestas a su casa, ahí yo lo veía y lo veía muy guapo, en cuanto me veía se me acercaba y me empezaba a besar y a tocar. Me imponía. No me acordaba pero cuando salió esta noticia mi amiga me habló y me dijo: “¿te acuerdas que tu me decías que te daba miedo?”. Él siempre te decía: “no Danielita (el nombre no es real), tranquila, ven vamos, no va a pasar nada”.
“Un día Coco me preguntó: ‘¿te doy miedo? no te voy a hacer nada’. Yo le contesté: ‘es que te dicen ‘El Coco’, por algo te dicen ‘El Coco’.” Y se enfurecía luego, luego, y así a la fuerza otros besotes.”
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Lectora de Soy Grupero alza la voz por abuso de Coco Levy : “Era muy cabroncito”
Este es el relato de una de nuestras lectoras, a quien he llamado Daniela para proteger su identidad. Al leer la publicación de la semana pasada, ella se animó a compartir su historia y a reflexionar sobre por qué las mujeres, en muchas ocasiones no sabemos defendernos, decir “no”, alejarnos o denunciar la violencia sexual.
- Nadie nos enseña a decir “NO”. Todo lo contrario, desde niñas nos obligan a decir que “si” a todo, para quedar bien, para no parecer groseras o mal educadas, para conseguir aceptación, para pertenecer a un grupo. Sin olvidar el tan famoso: “calladita te ves más bonita”.
- Cuando llega el momento de defendernos, poner límites y cuidarnos, no tenemos idea como hacerlo. Nuestro miedo al rechazo, al ridículo, a no pertenecer, al desamor, a la falta de amigos, es mucho más grande.
- Confiamos demasiado. A veces el deseo de “encontrar” un amor de película, nos lleva a creer que la otra persona quiere lo mismo y se acerca con buenas intenciones.
- Frases como “vas a estar bien”, “no va a pasar nada que tu no quieras”, “yo te voy a enseñar”, “te voy a cuidar”, nos hacen creer e ilusionarnos.
- Cuando nuestros entornos familiares y la crianza que nos dieron no han sido de protección, amor y contención, es muy fácil que podamos ser manipuladas pero eso no quiere decir que todo lo que vivimos nos provoque placer, orgullo o bienestar.
- Muchas veces, ni siquiera nos alcanzamos a dar cuenta de que estamos siendo abusadas porque pasa tan seguido y a tantas mujeres, que en verdad creemos que así es la vida, que es lo normal.
Las mujeres no denuncian por miedo
- El micro machismo está dentro de cada actividad que realizamos, de muchos de nuestros pensamientos y sentimientos. Así que no alcanzamos a notar que algo está mal.
- “Los veintes nos van cayendo 20 o 30 años después, cuando dejamos de normalizar todo lo que vivimos, cuando nos damos cuenta de que nada estaba bien”, dijo Daniela, nuestra lectora.
- Las mujeres no denunciamos por miedo, porque no nos creen ni en nuestra propia casa. Nos da miedo enfrentarnos a un proceso legal, al escarnio público, al qué dirán, a la vergüenza, a ser señaladas.
- Quienes denuncian muchos años después de haber vivido violencia, no están inventando. Tardaron tanto tiempo porque tuvieron un proceso personal de aceptación, de perdón a ellas y a su agresor, y después toman el valor para enfrentarse a todo lo que viene.
- Somos criticadas y juzgadas por haber estado en la fiesta, por ir a la entrevista de trabajo, por vestirnos de tal o cual manera, por no gritar, por no correr, por la hora en la que estábamos en la calle. Al final, a los ojos de otras personas, nosotras somos las culpables de la violencia que vivimos.
- Ser legalmente adultas, no nos hace tener la madurez necesaria para enfrentarnos a un mundo lleno de depredadores. A veces, por nuestra historia, no logramos encontrar la fuerza interior y la valentía que se requiere para alejarnos de lo que nos hace daño.
Gracias por tu confianza Daniela, compartirnos lo que viviste nos permite, a otras mujeres, hacer las reflexiones que tu haz hecho. Quizá en algún momento también podamos hablarlo y liberarnos del miedo y la vergüenza. Yo sí te creo.
Si quieres platicar sobre este y otros temas, escríbeme a mensajemontse@gmail.com o búscame en IG como montseriv https://instagram.com/montseriv?r=nametag
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