“Quiero entender qué hice mal”, asegura Coco Levy, tras acusaciones de acoso
“Quiero entender qué hice mal”, dijo Coco Levy, en un video para “intentar” argumentar que no ha sido un abusador, acosador, violento, misógino.
Mientras leía su mensaje, Coco Levy continuó diciendo: “…nunca pensé que mis palabras sobre verse guapas y explotar su sensualidad podían ofenderlas…mi intención era apoyarlas… quiero fomentar y propiciar que todo espacio laboral sea seguro y libre de violencia hacia las mujeres…promover un cambio cultural en favor de la integridad física y mental de las mujeres, hombres y de manera totalmente incluyente”.
Por Montserrat Rivera Sena
¿No entiende lo que hizo por ignorancia? ¿o por falta de acceso a información? No creo, pero me da pie para reflexionar sobre la masculinidad que los hombres del mundo han vivido.
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El dolor de “ser hombres de verdad”
Los hombres también han sido “víctimas” de las creencias transmitidas por la familia, los medios de comunicación, las amistades, las religiones y los sistemas políticos. Hoy más que nunca, sufren las consecuencias de ser obligados a cumplir con las expectativas de cómo ser hombre. Tampoco hay pretexto, cada uno decide si quiere continuar viviendo con el dolor y los privilegios de ser hombre, o prefiere liberarse y vivir de una manera distinta.
¿Le entras al juego ser “bien hombre”?
- Deben ser agresivos y violentos con otros hombres. Cada año, en el mundo, hay 450 mil homicidios donde las víctimas y los victimarios, son hombres. Todo comienza con peleas, borracheras, discusiones de tránsito, participación en negocios ilícitos, accidentes de tránsito. El chiste es que los hombre matan a otros hombres y se sienten “muy hombres”.
- Tienen que ser fuertes y valientes. No tiene derecho a pedir ayudar porque no puede mostrar sus vulnerabilidades.
- No buscan apoyo emocional, ellos creen poder solucionar todo lo que suceden dentro y fuera de ellos.
- Sus relaciones con otros hombres están basadas en la violencia: chistes ofensivos, reuniones de alcohol y juegos donde demuestran quién es mejor que el otro, conversaciones para dejar claro quien sabe más de un tema o presumir a “sus” mujeres. Difícilmente se muestran vulnerables ante otros hombres o tienen conversaciones emocionalmente productivas.
- De preferencia, deben abusar del alcohol, eso los hace “hombres de verdad”.
- Conducir alcoholizados, también los hace “bien hombres”.
- Deben ser luchadores y competitivos.
- Debe mostrar que es “el jefe”, el que manda.
- Tienen que ser muy violentos consigo mismos, exigirse cada día más, hablarse fuerte y reprocharse.
- Jamás deben mostrar frente a otras personas, su tristeza, su frustración, su dolor, su ternura ni su sensibilidad. Lo único que tienen permitido es demostrar su ira, su enojo, su coraje, su fuerza y su valentía.
- Deben ser únicos proveedores de su casa, cargar con el peso de todas las responsabilidades económicas y resolución de conflictos de dinero.
- Solo tienen que dedicarse a actividades que sean consideradas para hombres, de lo contrario, serán señalados como “mariquitas”, “amanerados”, “afeminados”. Así que deben reprimir, en muchos casos, sus gustos y deseos.
Las consecuencias de “ser hombres de verdad”
- Su recompensa es cumplir las expectativas de una sociedad.
- Aparentan ser lo que no son.
- Ocultan profundas inseguridades, depresión y frecuentes pensamientos suicidas.
- Tienen necesidad constante de reconocimiento y aplauso.
- Quienes permanecen con estas creencias de “ser hombres de verdad” tienen 3 veces más pensamientos de suicidio, 5 veces más el uso de acoso sexual, 3 o 4 veces más el uso de alcohol y más accidentes de transito.
- Se causan más daño a sí mismos y al mundo.
¿Qué hacer para ser libres?
Existen hombres que poco a poco se van liberando de las creencias de cómo ser “hombres de verdad”, sin embargo, les está siendo complicado porque son rechazados en sus círculos cercanos.
- Entender cómo han vivido en el pasado y las consecuencias.
- Crear empatía.
- Fomentar espacios para admitir que ellos también se sienten frágiles.
- Poder sentir y expresar el dolor que han sentido de diferentes formas ante la violencia.
- Practicar la autocompasión para ahora sí, sacar la verdadera fuerza interna para seguir adelante con nuevas ideas y masculinidades más sanas que cambiarán al mundo.
No están solos. También les entendemos y les acompañamos. Si quieres platicar sobre este y otros temas, escríbeme a mensajemontse@gmail.com o búscame en IG como montseriv https://instagram.com/montseriv?r=nametag
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